Reconocido por su ferocidad en el combate, Marulanda recibió el apodo de "Tirofijo" por su certeza en los disparos: donde ponía el ojo ponía la bala
BOGOTÁ.- Manuel Marulanda Vélez, el legendario "Tirofijo", fue un campesino que creó la mayor guerrilla de América Latina que durante décadas buscó tomarse el poder en Colombia.Reconocido por su ferocidad en el combate, Marulanda recibió el apodo de "Tirofijo" por su certeza en los disparos: donde ponía el ojo ponía la bala. En una entrevista concedida en 1988 al escritor y publicista argentino Angel Beccassino, dijo que "la leyenda se lo hace a uno la gente".
Nacido el 12 de mayo de 1930 en Génova, un municipio de la zona cafetalera del Quindío, el fundador y líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sobrevivió a centenares de combates.
Su verdadero nombre era Pedro Antonio Marín. Manuel Marulanda Vélez fue su nombre de combate.
A temprana edad se vio involucrado en la violencia política que azotaba a Colombia en el siglo pasado por el enfrentamiento entre los partidos Liberal y Conservador que han gobernado a Colombia durante más de 150 años.
"Creo que entré a la lucha a los 18 ó 20 años", contó Marulanda, y algunos historiadores apuntan que se estableció en 1946 en Ceilán, un municipio que fue dos años después arrasado por la violencia política.
"Detrás de mí como una sombra llegaba la violencia a un pueblo, luego a otro pueblo", dijo Marulanda al escritor colombiano Arturo Alape, su único biógrafo, al relatar como tuvo que irse de Ceilán y luego a otro pueblo, El Dovio, huyendo de la violencia política.
Fue entonces cuando se unió a las guerrillas liberales, que depusieron las armas en 1953 cuando el general Gustavo Rojas Pinilla derrocó al presidente conservador Laureano Gómez, pero Marulanda decidió continuar en la lucha armada, enarbolando las banderas comunistas.
Se instaló con un puñado de campesinos en Marquetalia, un tranquilo municipio del suroeste del país en donde estableció una "República independiente", según una denuncia que hizo en el Senado el finado líder conservador Alvaro Gómez Hurtado.
En 1964 el presidente conservador Guillermo León Valencia ordenó al ejército destruir la "república independiente de Marquetalia" y detener a Marulanda y sus hombres, pero ellos lograron escapar, se dispersaron y crearon grupos de guerrillas móviles que fueron creciendo hasta que en 1964 se convirtieron en las FARC.
Periódicamente se reportaba que "Tirofijo" había muerto en combate, pero una y otra vez aparecía de nuevo a veces vestido simplemente de campesino o con traje de combate, con una infaltable toalla al hombro y botas de caucho.
Alape escribió un libro sobre las 17 "muertes" del guerrillero.
Marulanda siempre fue un guerrero infatigable.
"Usted que se metió toda la vida en esto, ¿nunca se ha cansado?" , le preguntó Beccassino.
"Ah, no. Es que uno no se puede cansar. Si uno se cansa se friega, se le complica la vida. Si uno es consecuente con sus principios y sus causas que tiene, es hasta que termine... Nosotros estamos aquí hasta entregar los últimos días que tengamos", respondió Marulanda.
Cuando Beccassino le preguntó cómo entendía la revolución comunista, afirmó:
"Nosotros lo que decimos es que hay que hacer un cambio hacia el bienestar, con el nombre que la gente quiera ponerle. Que le coloquen el nombre los luchadores, los revolucionarios o el pueblo.
En 1982 inició negociaciones de paz con el presidente conservador, Belisario Betancur y otras negociaciones con el gobierno del presidente liberal César Gaviria también fracasaron en 1992.
En enero de 1999 comenzó a negociar con el presidente conservador Andrés Pastrana y cuando un periodista le preguntó a Marulanda si era posible lograr un acuerdo para humanizar la guerrilla, le respondió: "La guerra no hay que humanizarla, hay que terminarla".
Nacido el 12 de mayo de 1930 en Génova, un municipio de la zona cafetalera del Quindío, el fundador y líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sobrevivió a centenares de combates.
Su verdadero nombre era Pedro Antonio Marín. Manuel Marulanda Vélez fue su nombre de combate.
A temprana edad se vio involucrado en la violencia política que azotaba a Colombia en el siglo pasado por el enfrentamiento entre los partidos Liberal y Conservador que han gobernado a Colombia durante más de 150 años.
"Creo que entré a la lucha a los 18 ó 20 años", contó Marulanda, y algunos historiadores apuntan que se estableció en 1946 en Ceilán, un municipio que fue dos años después arrasado por la violencia política.
"Detrás de mí como una sombra llegaba la violencia a un pueblo, luego a otro pueblo", dijo Marulanda al escritor colombiano Arturo Alape, su único biógrafo, al relatar como tuvo que irse de Ceilán y luego a otro pueblo, El Dovio, huyendo de la violencia política.
Fue entonces cuando se unió a las guerrillas liberales, que depusieron las armas en 1953 cuando el general Gustavo Rojas Pinilla derrocó al presidente conservador Laureano Gómez, pero Marulanda decidió continuar en la lucha armada, enarbolando las banderas comunistas.
Se instaló con un puñado de campesinos en Marquetalia, un tranquilo municipio del suroeste del país en donde estableció una "República independiente", según una denuncia que hizo en el Senado el finado líder conservador Alvaro Gómez Hurtado.
En 1964 el presidente conservador Guillermo León Valencia ordenó al ejército destruir la "república independiente de Marquetalia" y detener a Marulanda y sus hombres, pero ellos lograron escapar, se dispersaron y crearon grupos de guerrillas móviles que fueron creciendo hasta que en 1964 se convirtieron en las FARC.
Periódicamente se reportaba que "Tirofijo" había muerto en combate, pero una y otra vez aparecía de nuevo a veces vestido simplemente de campesino o con traje de combate, con una infaltable toalla al hombro y botas de caucho.
Alape escribió un libro sobre las 17 "muertes" del guerrillero.
Marulanda siempre fue un guerrero infatigable.
"Usted que se metió toda la vida en esto, ¿nunca se ha cansado?" , le preguntó Beccassino.
"Ah, no. Es que uno no se puede cansar. Si uno se cansa se friega, se le complica la vida. Si uno es consecuente con sus principios y sus causas que tiene, es hasta que termine... Nosotros estamos aquí hasta entregar los últimos días que tengamos", respondió Marulanda.
Cuando Beccassino le preguntó cómo entendía la revolución comunista, afirmó:
"Nosotros lo que decimos es que hay que hacer un cambio hacia el bienestar, con el nombre que la gente quiera ponerle. Que le coloquen el nombre los luchadores, los revolucionarios o el pueblo.
En 1982 inició negociaciones de paz con el presidente conservador, Belisario Betancur y otras negociaciones con el gobierno del presidente liberal César Gaviria también fracasaron en 1992.
En enero de 1999 comenzó a negociar con el presidente conservador Andrés Pastrana y cuando un periodista le preguntó a Marulanda si era posible lograr un acuerdo para humanizar la guerrilla, le respondió: "La guerra no hay que humanizarla, hay que terminarla".
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