Nacido en Orán (Argelia), el 1 de agosto de 1936, Saint Laurent anunció su retirada del diseño en enero de 2002, tras pasar a la historia como el primer modisto que expuso su trabajo en un museo, el Metropolitan de Nueva York, que en 1983 dedicó una muestra a sus creaciones. El Museo de Bellas Artes de Pekín exhibió también sus obras en 1985, y en 1986 el Museo de la Moda de París, enclavado en el Louvre, le ofreció una retrospectiva.
Saint Laurent cambió para siempre la manera de vestir de las mujeres, imponiendo en la alta costura un estilo más adecuado a la vida contemporánea, de clara inspiración masculina, con modelos como su celebrado esmoquin de mujeres, sus vestidos trapecio o su blusa de tul transparente, con la que hizo su aportación a la revolución sexual.
Una historia de éxitos
Su carrera comenzó a los 18 años, cuando entró a trabajar en la firma Christian Dior. Tras la muerte de Dior, en 1957, le sustituyó al frente de la firma, convirtiéndose en el modisto más joven de la alta costura francesa. Su carrera en esta casa concluyó en 1960, cuando fue llamado para cumplir con el servicio militar francés.
Terminadas sus obligaciones con la milicia, en 1962 volvió a París con la intención de incorporarse de nuevo a Dior, pero la casa le había sustituido por Marc Bohan. Saint Laurent demandó a la empresa por daños morales y con el dinero de la indemnización creó su propia casa de costura en asociación con Pierre Bergé, que se encargó de la gestión financiera y comercial.
La primera colección de la firma, de ese mismo año, se convirtió en un éxito instantáneo. Sus líneas de los años 60 destacaron por la incorporación del esmoquin al vestuario de la mujer y la innovación en el prét-a-porter femenino. En esa época diseñó decorados y trajes para películas y obras como Cyrano de Bergerac y La Pantera Rosa, mientras convertía a Catherine Deneuve en icono de estilo y musa personal.
En 1967 lanzó los bucaneros y poco después las bermudas. De 1970 son el blazer y la espalda al aire, y siete años después abrió la era de las tendencias orientales y folclóricas.
Su afición al arte le llevó a homenajear a maestros como Mondrian, Picasso y Braque con vestidos que reproducen sus motivos. Una exposición en La Coruña (febrero de 2008) ilustraba esta influencia en su trabajo, reuniendo sus diseños junto con obras de arte que los inspiraron.
Retirada paulatina
La casa de modas Yves Saint Laurent se diversificó en cuatro vertientes. Además de la alta costura, lanzó en 1966 el pret-à-porter, una línea más asequible dirigida a una clientela más amplia. La tercera vertiente fue la fabricación de complementos bajo licencia: los fabricantes de pañuelos, bisutería o artículos de cuero se peleaban para llevar la sigla YSL en la etiqueta de sus productos. Entró también en el mercado de cosméticos con varios perfumes como Y, Rive Gauche y Opium.
En 1998, la firma LVMH adquirió por cerca de 5.000 millones de francos (910 millones de dólares) la marca Yves Saint Laurent. Un año después, la empresa italiana Gucci adquirió el Grupo Sanofi Beauté, propietario de YSL, por mil millones de dólares, lo que supuso un nuevo episodio de cambios empresariales en el mundo de la moda.
A lo largo de su carrera, Yves Saint Laurent recibió numerosos premios. En 1985 fue condecorado con la Legión de Honor francesa por el presidente François Mitterrand, y anteriormente había obtenido el Oscar Neiman Marcus de la Costura (Dallas, 1958) y el Harper's Bazaar (EE UU, 1966).
En enero de 2002, a los 65 años, el diseñador dijo adiós a la moda con un último desfile en el que presentó una retrospectiva de sus 40 años de creación. Su casa de modas se convirtió en 2004 en la Fundación Pierre Bergé-Yves Saint Laurent.
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