De padres inmigrantes libaneses, DeBakey nació en Luisiana el 7 de septiembre de 1908 en Luisiana. Ya en la universidad, y con tan solo 23 años, desarrolló la llamada roller pomp (bomba de rodilla) que 20 años más tarde sería un componente esencial para las maquinas artificiales corazón-pulmón, esenciales en las intervenciones a corazón abierto. DeBakey desarrolló varias técnicas de cirugía cardíaca que enseñó a sus discipulos en el Baylor College of Medicine. En la década de los 60 fue uno de los primeros cirujanos que permitió la entrada de cámaras en el quirófano, con una visión cenital que enfocaba sus manos mientras operaba. Esas filmaciones fueron luego usadas para explicar sus técnicas.
Por sus manos, aseguraba el rotativo The New York Times en 2006, pasaron más de 60.000 pacientes, muchos de ellos celebridades de Hollywood como Marlene Dietrish, o políticos como el Sha de Irán, el rey Hussein de Jordania, y los presidentes de EE UU, John Kennedy, Lyndon Johnson y Richard Nixon.
Una de los últimos asesoramientos médicos que tuvo trascendencia pública tuvo lugar en septiembre de 1996, cuando su discípulo, le médico uzbeco Renat Akchurin, le llamó a los 88 años para que le asesorara en la operación que se iba a realizar al entonces presidente ruso Boris Yeltsin. La operación concluyó con 5 baypass, que el propio DeBackery - que no participó en la operación pero que permaneció en la habitación de al lado "por si hacía falta ayudar" - calificó "de éxito".
El cirujano también participó en enero de 1980 en una comisión compuesta por él y otro médico ruso para examinar al presidente yugoslavo Josip Broz Tito, afectado de serios problemas vasculares, y que fallecería tres meses más tarde.
DeBakery fue también noticia hace dos años, cuando con 97, se autodiagnosticó una obstrucción en la aorta. "Yo nunca me había visto en la necesidad de llamar al 911 ni a mi médico de cabecera", declaraba al periódico The New York Times en un reportaje sobre su experiencia como paciente.
La única solución era ser operado con una técnica que el mismo había inventado. El propio Hospital Metodista donde había desarrollado su carrera y el equipo de anestesistas pusieron serias reticencias a una intervención con un paciente de tan avanzada edad. Finalmente, tras un debate interno y una decisión del comité de ética del centro, DeBakery fue sometido a una operación de 7 horas, considerada como un éxito por los cirujanos que la llevaron a cabo la operación. DeBakery entraba entonces en la historia no solo por crear la técnica sino por ser el paciente de más edad en someterse a la misma.
No comments:
Post a Comment